Trump anuncia su candidatura a la Casa Blanca en 2024: «El regreso de América empieza ahora»
Donald Trump vuelve a la carrera presidencial. El ex presidente de Estados Unidos, de 76 años de edad, ha anunciado a las 9 y media de la noche, hora de Florida (3 y media de la madrugada hora peninsular española), en un discurso desde su club de campo de Mar-a-Lago, la presentación de su candidatura, apenas una hora después de que se hiciera público que había cumplimentado los tramites burocráticos para ello. Si Trump logra ganar las elecciones de 2024, será el primer presidente que vuelve a la Casa Blanca tras perder la reelección desde Grover Cleveland, hace 130 años.
Trump anunció su decisión en un discurso de 50 minutos de duración que siguió las normas generales de sus alocuciones públicas. Fue populismo en estado puro. Ataques a los «globalistas» y a sus rivales, y exageración valleinclanesca de sus éxitos entre 2017 y 2021, con algunas mentiras imperdonables y toques de humor. Ni una sola medida de gobierno, política de Estado, o promesa electoral. Trump en estado puro. La estrella ha vuelto. Como dijo el propio Trump, «el regreso de América empieza ahora». Y el futuro bajo su liderazgo es brillante: «El mundo aún no ha visto la gloria de este país, pero primero tenemos que salir de este pozo».
Entre los toques de humor sobresale, su llamada al público, en una voz que imitaba la de un showman, a los 18 minutos de perorata, cuando preguntó a la audiencia «¿Estáis listos, estáis listos?» o, dos minutos después, su declaración de que «no voy a usar las palabras ‘fake news’ [‘noticias falsas]». El nacionalismo se combinó con ataques al Partido Demócrata y los ditirambos sobre su gestión de la presidencia de 2017 a 2021, como cuando dijo que, con él en la Casa Blanca, «éramos una nación grande y gloriosa, algo que no estábamos acostumbrados a ser desde hacía mucho tiempo».
La mentiras, como siempre con Trump, fueron distribuidas de manera generosa. Porque el candidato -y ex presidente- no es de los políticos que estiran las estadísticas como chicles. Él, directamente, se inventa los hechos. Por ejemplo: «La inflación está en su nivel más alto en 50 años»; «los precios de la energía son los más altos de la Historia»; Joe Biden «ha sido declarado en rebeldía por el Parlamento del Reino Unido»; y el más surrealista de todos: «Joe Biden tenía una cena muy grande en el G-20 hoy, y todos volaron a verlo, dondequiera que estén reunidos, y no ha aparecido, y lo están buscando todavía y se están preguntando «¿pero dónde está?»».
Inspirado por su brillante ocurrencia y por las carcajadas del público, que abarrotaba una estancia de Mar-a-Lago que recordaba al Salón de los Espacios de Versalles, Trump se soltó un poco del teleprompter -la pantalla en la que las personalidades públicas leen sus discursos- y continuó, en plena improvisación: «G-20, yo iba mucho, y firmaba acuerdos allí que no os lo creeríais, ¡venga, dame el siguiente, dame el siguiente!». Puede que no se ajuste a las normas más ortodoxas de la comunicación política. Pero así es como Donald Trump se ha metido en el bolsillo a una gran parte de su país.
Y así es como espera hacerlo en las elecciones de 2024. No es una tarea fácil. Trump afronta su tercera candidatura con una serie de serios casos legales, que pueden privarle de la mayor parte de su imperio empresarial e incluso causar su imputación por sustracción de documentos secretos de la Casa Blanca.
Su formidable acumen político parece estar mostrando sus límites, después de su derrota en 2020 y del fracaso de su fórmula populista en 2020, cando perdió las elecciones frente a Joe Biden, y del martes pasado, en el que su partido, el Republicano, obtuvo unos resultados muy inferiores a los de que esperaba en las elecciones legislativas. Y, por primera vez desde 2016, tiene un rival de peso en sus propias files: Ron DeSantis, el gobernador de Florida.
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Un botón de muestra: de las tres grandes cadenas de noticias de EEUU -Fox News, CNN, y MSNBC- solo hubo una que diera entero y sin interrupciones el discurso del regreso de Trump. Fue Fox News, propiedad del mismo hombre, Rupert Murdoch, que ha sido noticia en la última semana por su presunto abandono de Trump en favor de DeSantis. La gente de Murdoch en Fox News emitió el discurso porque sabe que Trump es garantía de audiencia. Y, en política, mientras hay audiencia hay esperanza.