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Jefe de ONU pide protección para las personas en movimiento durante la pandemia

NACIONES UNIDAS, (Xinhua) — El secretario general de la ONU, António Guterres, solicitó hoy miércoles protección para las personas en movimiento durante la COVID-19.

En un mensaje de video con motivo de la presentación de un informe sobre el impacto de la COVID-19 sobre las personas en movimiento, Guterres pidió a los países que desarrollen una nueva forma de pensar en torno a la movilidad de las personas.

«La crisis de la COVID-19 es una oportunidad para volver a interpretar la movilidad de las personas. Cuatro pilares deben guiar ese camino», dijo.

Primero, la exclusión es costosa mientras la inclusión da resultados. Una salud pública inclusiva y una respuesta socioeconómica ayudarán a suprimir el virus, reiniciar las economías y avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, expuso Guterres.

En segundo lugar, la dignidad humana debe mantenerse frente a la pandemia. Pueden aprenderse lecciones de países que han demostrado cómo implementar restricciones de viaje y controles fronterizos respetando plenamente los derechos humanos y los principios internacionales de protección de refugiados, declaró.

Tercero, nadie está a salvo hasta que todos estén a salvo. El diagnóstico, el tratamiento y las vacunas deben ser accesibles para todos, enfatizó el jefe de la ONU.

Cuarto, las personas en movimiento son parte de la solución, ponderó. «Permítanos eliminar las barreras injustificadas, explorar modelos para regularizar las rutas de los migrantes y reducir los costos de transacción de las remesas», remarcó.

Guterres expresó su gratitud a los países, especialmente a las naciones en desarrollo, que han abierto sus fronteras y corazones a los refugiados y migrantes, a pesar de sus propios desafíos sociales, económicos y de salud.

Esos países ofrecen una lección conmovedora a otros en un período en que las puertas están cerradas. Es esencial que esos países reciban un mayor apoyo y una solidaridad total, subrayó.

«Todos tenemos un interés por garantizar que la responsabilidad de proteger a los refugiados del mundo se comparta equitativamente y que la movilidad humana siga siendo segura, inclusiva y respete los derechos humanos internacionales y el derecho de los refugiados», aseguró.

Las personas en movimiento, como los refugiados y los desplazados internos que se ven obligados a huir de sus hogares por la violencia o el desastre, o los migrantes, enfrentan tres crisis que se convierten en una sola: una crisis de salud, una crisis socioeconómica y una crisis de protección, destacó Guterres.

Las personas en movimiento están expuestas al virus, a menudo en condiciones de hacinamiento, donde el distanciamiento social es un lujo imposible y donde los elementos básicos como la atención médica, el agua, el saneamiento y la nutrición a menudo son difíciles de encontrar.

Este impacto será aún más devastador para la gran cantidad de personas en movimiento que viven en los países menos desarrollados. Un tercio de la población mundial de desplazados internos vive en los diez países con mayor riesgo a la COVID-19, alertó.

Las personas en movimiento a menudo trabajan en la economía informal sin acceso a la protección social. Además, es probable que la pérdida de ingresos debido a la COVID-19 conduzca a una colosal caída de 109 mil millones de dólares en remesas, afectando a 800 millones de personas que dependen de ellas, expresó el jefe de la ONU.

Las personas en movimiento enfrentan una crisis de protección ya que más de 150 países han impuesto restricciones fronterizas para contener la propagación del virus. Al mismo tiempo, el miedo a la COVID-19 ha elevado sustancialmente la xenofobia, el racismo y la estigmatización, resaltó.

La ya precaria situación de las mujeres y las niñas es cada vez más grave, puesto que enfrentan mayores riesgos de exposición a la violencia de género, el abuso y la explotación, explicó.

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