ENFOQUE: EE.UU. reporta brotes de COVID-19 relacionados con escuelas, lo que pone al mundo en alerta

WASHINGTON, (Xinhua) — El estado estadounidense de Luisiana está rastreando siete brotes de la COVID-19 relacionados con escuelas y universidades, lo que envía una alerta a otros países sobre los riesgos de una apresurada reanudación escolar.

Las cifras del Departamento de Salud de Louisiana mostraron que cuatro brotes estaban relacionados con universidades y tres con escuelas primarias y secundarias. Los datos muestran que 151 casos están ligados con los brotes universitarios y 17 con los de las escuelas primarias y secundarias.

Los funcionarios estatales dijeron que un brote se define como dos o más casos entre personas no relacionadas que han visitado un sitio dentro de un período de 14 días, informó la estación de televisión local WBRZ2, y agregó que el estado comenzó a rastrear agrupaciones de casos de coronavirus en las escuelas esta semana.

Las escuelas reanudaron actividades en muchas áreas de Luisiana durante la última semana, según el informe. Algunos sistemas escolares ya ofrecen clases presenciales, mientras que otros optan por mantener la virtualidad completa durante las primeras semanas del semestre.

A medida que la producción se reanuda gradualmente en todo el mundo en medio de la pandemia de COVID-19, la población trata de estimular a otros sectores para que su vida diaria vuelvan a la normalidad. Sin embargo, la reapertura de las escuelas aún presenta un grave riesgo de propagación de la COVID-19.

La cantidad de casos de la COVID-19 en niños en EE.UU. ha aumentado drásticamente en las últimas semanas, ya que un nuevo informe de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños mostró un aumento del 90 por ciento en los casos infantiles durante cuatro semanas.

Los expertos han dicho que factores como las altas infecciones por la COVID-19 entre los adultos, el aumento de las reuniones entre los adolescentes y el regreso a la escuela durante la pandemia pueden contribuir a las altas infecciones entre los niños.

«El fuerte aumento en el número de casos entre los niños se concentra principalmente en los ‘puntos calientes’ de la COVID-19 como California, Florida y Arizona. El incremento de casos en adultos en estos estados también condujo a un aumento en las infecciones infantiles», expuso a Xinhua Zhang Zuofeng, un profesor de epidemiología y decano asociado de investigación de la escuela de salud pública de la Universidad de California en Los Ángeles.

Según el nuevo informe de la Academia Estadounidense de Pediatría y la Asociación de Hospitales de Niños, del 9 de julio al 6 de agosto se notificaron 179.990 nuevos casos de la COVID-19 en niños, un aumento del 90 por ciento en los casos de infantes durante cuatro semanas.

Otros analistas advirtieron que la pronta reapertura de las escuelas podría propagar la COVID-19 aún más rápido, especialmente en el mundo en desarrollo.

Según un estudio realizado por David Lagakos, profesor asociado de Economía de la Universidad de Boston, y Emilie Yam, directora de Comunicaciones del International Growth Center, retrasar la apertura de las escuelas puede ser «una fuerza determinante para salvar vidas» al reducir el riesgo de que los niños se infecten en la escuela y, a su vez, propagar el virus dentro de sus hogares.

«Por supuesto, cualquier decisión sobre retrasar la apertura de escuelas debe sopesar las vidas que podrían salvarse frente a los impactos negativos de mantener a los niños fuera de la escuela durante un período prolongado», ponderó el estudio.

Un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura sobre la reapertura de las escuelas sugiere que las autoridades escolares deben garantizar la confianza de las comunidades en las medidas de salud y seguridad adoptadas por las escuelas, con el fin de garantizar el bienestar de los estudiantes que regresan y asegurar que el riesgo de contagio sea mínimo.

El documento sugiere «establecer las condiciones que deben cumplirse antes de que las escuelas vuelvan a abrir». «Esto reducirá la probabilidad de un nuevo brote y aumentará la confianza de padres, estudiantes y maestros en términos de seguridad escolar», abunda el estudio.